Subscribe:
conejos

martes, 4 de diciembre de 2012

Que prefieres el cielo o el infierno?

Un día, mientras caminaba por la calle, un hombre de éxito, candidato
a la presidencia de la República (el nombre es lo de menos), es
trágicamente atropellado por un camión y muere. Su alma llega al paraíso
y se encuentra en la entrada a San Pedro, en persona.

- Bienvenido al paraíso, le dice San Pedro. Antes de que te acomodes,
parece que hay un problema. Verás, muy raramente un político importante
ha llegado aquí y no estamos seguros de qué hacer contigo.
- No hay problema, déjame entrar, le dice el hombre.
- Bueno, me gustaría, pero tengo órdenes desde lo más alto. Lo que
haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso,
y luego podrás elegir donde pasar la eternidad.
- De hecho, ya lo he decidido. Prefiero estar en el paraíso, dice el
candidato.
- Lo siento, pero tenemos nuestras reglas.

Y con esto San Pedro acompaña al candidato al ascensor y baja, baja
hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio
de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante de
él están todos sus amigos políticos que habían trabajado con el, todos
vestidos con traje de noche y muy contentos. Corren a saludarlo, lo
abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a
costa del pueblo. Juegan un agradable partido de golf y luego por la
noche cenan juntos en el club, con langosta y caviar. Se encuentra
también al Diablo, que de hecho es un tipo muy simpático, y se divierte
mucho contando chistes y bailando. Se esta divirtiendo tanto que, antes
de que se de cuenta, es ya hora de irse.
Todos le dan un apretón de manos y lo saludan mientras sube al
ascensor.
El ascensor sube, sube, sube, y se reabre la puerta del paraíso donde
San Pedro lo está esperando.
- Ahora es el momento de pasar al paraíso.
Ahí el candidato pasa las 24 horas sucesivas pasando de nube en nube,
tocando el arpa y cantando. Se divierte mucho y, antes de que se de
cuenta, las 24 horas ya han pasado y San Pedro va a buscarlo.
- Entonces, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora
debes elegir tu eternidad. El Hombre reflexiona un momento y luego
responde:
- Bueno, no lo habría dicho nunca, quiero decir, el paraíso ha sido
precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
Así que San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja,
baja, hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abren se
encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de porquería y
desperdicios. Ve a todos sus amigos, vestidos con trapos, que están
recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo
lo alcanza y le pone un brazo en el cuello.
- No entiendo, balbucea el Candidato. Ayer estaba aquí y había un campo
de golf y un club y comimos langosta y caviar y bailamos y nos
divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena
de desperdicios y mis amigos parecen unos miserables.

El Diablo lo mira, sonríe y dice:
- Ayer estábamos en campaña. Hoy, ya votaste por nosotros...

0 comentarios:

Publicar un comentario