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conejos

jueves, 5 de junio de 2014

Notas de humor, te das asco a ti mismo

Hay momentos en los que te das asco a ti mismo. Esta desagradable sensación te envuelve cuando en la tele ponen un manipulador aviso de apadrinar a niños desnutridos de Senegal y, en espacio de cambiar incómodo de canal como haría cualquier persona civilizada, te sale una inesperada carcajada. También aparece cuando vas por la calle, un mendigo te pide lastimeramente una moneda y tú miras a otro lado, concretamente a un perro que parece que sí podrías arrojar al tejado más cercano de una patada, porque a la tercera va la vencida. Y también aparece cuando por determinado causa empiezas a pensar en la entrañable figura del sidekick de dibujos animados y sólo te vienen a la mente ejemplos sacados de películas Disney. En estos momentos uno se pregunta ?¿tan asquerosamente chico es mi mundo??. Me paro a pensar un momento y me doy cuenta de que muchos, muchísimos dibujos animados de los que la mayoría de mis amigos veían de chicos para mí eran escaso más que un desagradable entretenimiento lleno de violencia aburrida y un escaso gay. No me gustaba Bola de dragón, no me gustaban los Masters del Universo, y Oliver y Benji me importaban un pimiento. Quizá la única excepción dentro de este universo de héroes atléticos e indiscutiblemente anabolizados eran las Tortugas Ninja (a mí me molaba Rafael), pero era eso, una excepción. No es de extrañar, por lo tanto, que mi repaso mental no saliese del amable y reconfortante mundo Disney y el submundo del Disneyxploit, el el que estoy tristemente versado también (esos animalejos decadentes de La princesa cisne? ). Si tuviera que ganarme a los votantes presumiendo de conocimientos en materia de sicarios memorables, sería un digno heredero de Nixon, sudando y farfullando abotargado. ?Ehm, uh, yo también quiero expresar mi cariño por ese? uhm, sicario en particular?. Le pusieron Orko porque la letra O podía reutilizar las mismas animaciones reflejadas sin que la letra se viera invertida. ¡Filmation, eres incorregible! Pero independientemente de mi desalentadora incultura en ciertos ámbitos, la subespecie del sicario cómico, o sidekick, me fascina como a cualquiera. Aunque a mí lo de ?sidekick? me agrada más al segundón del bando de los buenos, y ?sicario? sería más el sidekick del malo. ¿A qué se debe esa obsesión de los dibujos animados por colocarle al bueno o al malo de turno un colega graciosillo que no sólo no parece ser de mayor ayuda a su compañero, sino que acaba absorbiendo mucha más vigilancia de la que debería? Estos frustrantes segundones parecen venir de un planeta totalmente distinto al de los demás personajes, en vista de su actitud totalmente afuera de espacio en contraste con las de los otros. Si la película o la serie en cuestión es seria, vuestro amigo se empeñará en dar la nota con chistes a destiempo para ?aliviar el drama?. Si es cómica, el sidekick será? exactamente idéntico que en el drama, pero histriónico hasta límites demenciales, porque inclusive en una comedia hay que delimitar claramente quién es el sicario cómico. En un plano teórico, el sicario cómico es, por lo tanto, un medio barato y aborrecible. Pero a veces, sólo a veces, por una razón u otra, nos roban el corazón. Y lo curioso de todo esto, y aquí está el meollo de la cuestión, es que he observado que los sicarios del bando malvado suelen ganar por goleada a los del bando de los buenos (aunque claro, con honrosas excepciones). Como establecer un patrón que explique tan curiosa revelación sería una práctica fútil e insatisfactoria, he preferido colocar varios ejemplos prácticos de unos y otros, todos ellos argumentados, y abandonar que el lector saque sus particulares conclusiones generales. Me he resignado a limitar el espectro de la presenta a las pelis Disney, porque si lo único que puedo decir de Orko es la tontería de la O de su túnica más me vale callarme. Sicarios malvados? que molan. Pena y Pánico: Por sus características, Pena y Pánico resultarían la cosa más cargante de la Tierra en una película Disney convencional. Son los sicarios del malo, y sorpresa: son torpes hasta el hartazgo, apenas son capaces de cumplir a derechas una sencilla orden, tienen tontas discusiones entre ellos y tienen una actitud tan inofensiva que uno se pregunta cómo serían los aspirantes rechazados para el ya que de sicario. Pero eso sería en una película Disney convencional. Pero

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