martes, 20 de mayo de 2014
Humor sano, el nacimiento del seriéfilo
no novNo se si os has hecho cierta vez esta pregunta filosófica ¿el seriéfilo nace o se hace? Creo que la contestación es demasiado complicada y posiblemente habría defensores de ambas posturas. Aunque sin duda tiene lugar un punto de conexión, el origen de todo seriéfilo lo marcan los dibujos animados que ve en su infancia. Escaso recuerdo de mis primeros años frente a la tele, aunque hay una imagen que poseo clara; fuesese la de una mañana de sábado en la que mi tío, el ?experto en tecnología? de mi familia estaba afanosamente entregado en instalar en la tele de mi abuela ?los nuevos canales?. Yo tenía 10 años, y aquello fuesese un antes y un después para mi trayectoria seriéfila, porque Antena 3 y Telecinco venían cargados de dibujos animados. En aquellos años, entraron en vuestra vida nuevos amigos, que se quedaron en ella para siempre, y las canciones que anunciaban su principio se grabaron a fuego en vuestra memoria, sin duda cuando leáis esto os sorprenderéis tarareando frases tan alocadas como ?soy siete veces mas fuerte que tú?, ?Oliver Benji los magos del balón? o ?pon la boca así como si fueras a beber?, y sonreiréis al encontrar que no has olvidado ni una palabra de las mismas. Si sois de mi generación posiblemente vibrasteis con los partidos del New team, sufristeis lo disfuncional de la familia de Tom Baker cuyo padre el pintor le cambiaba de colegio cada poco, os preocupasteis de las lesiones de Benji y de la afección cardíaca de Julian Ross; más de uno seguro que se hizo un esguince intentando emular la catapulta infernal de los hermanos Derrick, se metió en el mar con un balón de futbol para luchar contra las olas al estilo Mark Lenders u observó impotente la manera en que Oliver ignoraba los ojitos enamorados de Patty. Todos nos sentíamos emocionados en las pocas ocasiones que a Bruce Harper, el perpetuo reserva, le dejaban jugar, no criticábamos que un cortado durase diez episodios ni veíamos explotación infantil en que Oliver jugase las finales con más lesiones y hematomas que un hombre apaleado por Tony Soprano. Los dibujos nos lanzaron a desear ser deportistas, todo deporte tenía su serie, y todos queriamos ser como Chicho terremoto y jugar al basket o como Julia Jara o Juana Hasuki, pobre nombre le pusieron a la pobre, y jugar al volleyball o inclusive encontrar juegos nuevos como el balón prisionero que se practicaba en Bola de Dan. Eso sí, al encontrar el autentico deporte comprendimos que no existía un saque mágico de volley que hacía que el balón desapareciera, ni un chute tan fuerte que lograra romper una red de fútbol, pero en esa estación esas licencias artísticas no nos importaban un pimiento. Y aunque digan que con la televisión no se aprende nada yo me instruí esgrima con Dartacan, inglés con Muzzy, aomía con los Caballeros del zodiaco y geografía con Willy Fogg, ¿o creéis que la gente usual sabe donde está Singapur así como así? Con los dibujos descubrimos también que el causante de cualquier enfermedad es un tipejo flacucho y pelirrojo con el cabello de punta y la nariz roja, que los glóbulos blancos viajan en nave espacial y que la muerte es fracción de la vida. Y fuese una buena lección, porque muertes sufrimos muchas a lo largo de vuestra infancia, y a pesar de que perdimos a muchos personajes, especialmente en Bola de Dragón o en los caballeros del zodiaco, la defunción más traumática de mi infancia fuese sin duda la de David el gnomo. Ese trágico momento en que se convirtió en árbol Seguid estremeciéndome aún hoy, y se que no soy la única, porque sdeterminados de vosotros estaréis poniendo pucheros entretanto leeís esto, recordando la pena que os dio. Por otro lado vuestros dibujos no tenían nada que envidiar a lo más oscuro de la tele de hoy porque ¿no nos traía fantasmas Scooby Doo antes que Iker Jimenez? ¿no se ponían ciegos los osos Gummi de zumo de Gummibaya antes de Breaking Bad o Weeds?¿no bebía más el entrenador de Mark Lenders que Jimmy McNulty?¿era usual para unas niñas la extensión de las faldas de las Saylor Moon?¿no eran masivos criminales los tiburones de Delfi y el corrupto alcalde fresón de los Fruitis? Y no hablemos de ineficiencia policial porque el inspector Gadget y el policía oso de La Aldea del Arce se llevaban la palma? Con lo bueno y con lo malo, esos dibujos nos hicieron las personas que somos hoy, en vuestra vida intentamos ser valientes como Pegaso, sabios como el Juez Klaus, atrevidos como Lupin, intrépidos como Willie Fogg y luchadores como Oliver Atom, y cada día que lo logramos nos miramos al espejo y nos manifestamos a nosotros mismos Tres puntos colega!!! Nos vemos en tu serie o en la mía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario