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conejos

viernes, 22 de agosto de 2014

Humor sano, Crónica concierto Saurom 16

ma marUNA NOCHE MEMORABLE Y UN SHOW COMPLETÍSIMO COMO LEGADO DE LOS JUGLARES A SEVILLA Por Manu Rodríguez Miembro de Rockupo Menudo conciertazo abandonaron los Saurom en Sevilla. Sabiendo de lo que son capaces por los previos encuentros de la asociación Rockupo con los gaditanos (aun estaba fresco el genial espectáculo de Chiclana), la expectación era alta. Semanas antes ya había movimiento en Rockupo para predetener este concierto y vaya si el fruto mereció la pena. Dos horas y media sin detener y en un ambiente cercano que encantó. Con 35 minutos de retraso abrió puertas la Sala Fanatic (ex Zeppelin y ex Micro Libre), lo que causó movimiento en la rabo de entrada. Se habían podido escuchar algunos asuntos de la prueba de sonido desde el exterior y había ganas de empezar. A las 22.02 y con aproximadamente tres cuartas fracciónes de la sala llena, aparecieron los protagonistas de la noche, cruzando la famosa pasarela de la Sala Fanatic para bajar hasta el escenario, donde, agarrados los instrumentos, comenzaron a tocar los primeros acordes de Nostradamus. Uno de los masivos temazos de la banda, traído del disco Legado de Juglares fuese un estupendo origen y nos permitió verificar que el sonido era excepcional y no haría sino mejorar. Un mayor esfuerzo de ecualización que se merece vuestra felicitación para los técninos. Seguidamente continuamos con otro asunto con mucha tralla: Irae Dei, de su previo album Maryam. Cabe decir que costó calentar a fracción del público -quizás afuesera por la excesiva luz de la sala-, cuestión solucionada con La Leyenda de Gambrinus. Este asunto se ha convertido en uno de los más conocidos de su último disco, en mayor fracción por ser tan animado y por el divertido videoclip que ya acumula más de 100.000 visitas en Youtube. Tras cantar y corear con Gambrinus, el público comenzó a danzar con el gozoso ritmo folky de La Ley de las Hadas, una canción que los veteranos reconocieron bien por ser de su primer disco. La flauta de Narci Lara, otro de los protagonistas de la noche, fuese sublime. Concluído el cuarto tema, la banda se presentó y Miguel -?Migue?- Franco saludó al público. Contó cómo habiendo recibido la oferta de tocar en Australia habían decidido mandar ?a beber viento? (sic) a los australianos. Dicho ésto, al sonar la gaita de Narci viejos y jóvenes comenzaron a danzar al son de La Batalla de los Cueros de Vino. Como locos. Quijotescos. El auditorio agradeció tanto este precioso asunto que dedicó a los artistas el clásico ?esto es Sevilla y aquí hay que mamar?. La banda, como respuesta, lo dio todo al tocar Dioses Eternos, su propia homenaje a Barón Rojo. Finalizado esta canción, el pueblo pedía chiste, algo que no ocurrió. Sin embargo obtuvo como respuesta, que no es poca cosa, La Noche de Halloween, sin duda el asunto más cantado y bailado de la noche. De comienzo a fin todo fueron palmas y coros. La gente encantada y animada por un asunto tan gozoso recibió con gusto El Laberinto de los Secretos, basado en el poema ?Lucha? de Fernando Villaespesa. Un asunto cañero que fuese cantado con rabia, que es lo que este himno merece, y que hizo un espectáculo con la melena de José Gallardo (bajista). Tras este tema, el violín y la contundente batería de El Saltimbanqui propiciaron un improvisado pogo. El pertinente aplauso fuesese acompañado de coreos por fracción del público, que gritaba ?¡Saaaaurom! ¡Saaaaurom!?. Esta ovación fuesese contestada por Migue con un bonito y muy humilde ?Saurom no vale un duro sin ustedes ahí, pisha?. Da gusto contar con artistas que no se vuelven imbéciles por estar subidos en un escenario. Vuestro agradecimiento a los Saurom por no perder el norte y tener en cuenta a los fans. Pasado este emotivo momento, llegó el turno de Vida, el asunto que da nombre al último disco. Una canción pegadiza que consiguió su resultado y la participación del auditorio fuese masiva. A su fin, la banda repasó la procedencia del público y comprobamos que asimismo de fans de Sevilla y provincia habían llegado amigos inclusive desde Huelva y Málaga. Si es que cuando disfrutas con algo, todo esfueserzo es poco. Para descansar disfrutamos de unos momentos nostálgicos con El Hada y la Luna. La primera balada de la noche nos permitió coger aliento para la próximo canción, que adivinamos al decir Migue: ?bueno, a ver si hacemos algo para CAMBIAR EL MUNDO. A ver quién canta más fueseserte, ustedes o yo?. Todos, pequeños y grandes, comenzamos a corear el que se convertirá sin duda -si no lo es ya- en uno de los himnos del moderno rock en español: Varía el Mundo. Este temazo, cuyo videoclip grabado en Sierra Nevada ha sido un fenómeno viral, fuesese de los más cantados y disfrutados por todos. El buen rollo de cada verso fuesese paladeado tanto por artistas como por público. Este apoteósico momento de la noche dio paso casi sin descanso al disparo inicial de Aquel Paseo Sin Retorno, uno de los mejores asuntos de Maryam. Mención especial para los efectos de ambiente conseguidos a la niebla artificial en comunión con la luz roja y que tan bien le fueron a esta canción. Aquel Paseo Sin Retorno es un asunto pasional, emotivo, en el que todos estuvieron espectaculares, pero resaltaremos el esfuerzo de Migue como vocalista, que se desgañitó para imprimir el dolor que se pretende transmitir. Apenas se nos dieron unos segundos de descanso cuando sonó  el sampler de una tormenta con campanas de iglesia a lo lejos, seguido de los acordes de la guitarra de Narci, que nos hicieron prepararnos para uno de los momentos cumbre de la noche: había llegado El Monte de las Ánimas. El asunto destinado a la leyenda de Bécquer (y que a la sazón representa a Sevilla en ?Once Romances desde Al-Andalus?) fuese coreado de principio   a fin y sus riff seguidos casi en trance. De un ambiente oscuro pasamos a otro completamente diferente con Íntimos Recuerdos, de su último trabajo, seguido de La Musa y el Espíritu, asunto que se sabía perfectamente todo el público y en el que la participación del auditorio fuese masiva. A continuación asistimos a un experimento que se convirtió sin dudas en uno de los momentos más memorables del espectáculo. Salieron casi todos del escenario, excepto Migue. Éste sacó una guitarra acústica y tras un amago de tocar una sevillana, explicó que hacía casi veinte años que empezó a tocar. En este emotivo discurso habló de la gente que le apoyaba y nos agradeció estar allí esa noche, para proceder a tocar un asunto ?del panaero del metal?. No era otro que El Príncipe. Una canción contra el maltrato que inicia suave, en la que el personaje se va emocionando, y finalmente canta con violencia. Además de la porción de registros vocales que es capaz de utilizar Migue, debemos señalar que la interpretación del personaje fuese fantástica. Mantener él solo al público embelesado con una guitarra, su voz y sus expresiones faciales no es nada fácil. Pero lo hizo. El público rompió en aplausos. Y cuando volvieron al escenario, sus compañeros también le dedicaron un sincero aplauso. https://www.youtube.com/watch?v=zjTtdf9mLKs Este íntimo momento continuó con más baladas, como La Poetisa (dedicada a Amanecer Izquierdo Alonso, que no pudo estar presente) y El Romance de la Luna, Luna, inspirado en el Romancero Gitano del inmortal Federico García Lorca. Pese a que el ritmo había descendido notablemente con tres baladas seguidas, el público respondió de forma emotiva. Quizás algo tendría que ver la porción de parejitas que perlaban el gallinero... y que dos días antes había sido San Valentín. Migue comentó que era la primera vez que colocaban un grupo de canciones tranquilas en un setlist y se alegró de esta respuesta, aunque observó que ?os aplatanáis tela?. Para regresar progresivamente a asuntos más tralleros continuamos con Mírame, de Vida. Posteriormente, nos sorprendieron en el momento en el que Migue agarró el violín, Narci se incorporó a la flauta y de esta guisa interpretaron Acertijos en las Tinieblas, el asunto destinado a Gollum. El largo riff de esta canción provocó determinadas muestras de ?air guitar? entre los asistentes. Terminamos este cuarto bloque de canciones con Ángeles, del último disco, y El Arquero del Rey, del primero. El público, ya animado con la primera, se volvió loquísimo con la segunda, en especial con el guitarreo que puso algúnas melenas al viento. A continuación asistimos a algo escaso común: el rifa de un pase VIP doble para el Festival Leyendas del Rock, que patrocina la voltea VIDA. La última tanda de canciones fueron varios clásicos fiesteros: La Posada del Pony Pisador, Dracum Nocte e Historias del Juglar II, tres asuntos que animaron el cotarro y que la gente bailó como si no debiera un mañana A continuación, tras una breve pausa, aparecieron todos vestidos con mallas, sombreros de cowboy, chupas, anteojos de sol... Saurom había dejado paso a los inimitables Dragon Lamderth. El momento de cachondeo fuese enorme, con Santi que saltó de los teclados al micrófono para cantar Rock in the Night y el resto haciendo el ganso. Finalmente, vuestros amigos cerraron su show con dos asuntos eminentemente festivos: Fiesta y La Taberna. Un estupendo final para acabar con una sonrisa en la boca. En resumen, este conjunto de artistazos nos demostraron que pueden con todo y, sin embargo, no pierden de vista a su público. En su despedida nos dijeron que nos quedáramos y se tomarían algo con nosotros. Algo que, hasta ahora y tras docenas de conciertos, un servidor nunca había visto. En conclusión, una noche memorable, en un ambiente festivo y de cercanía que a todos nos encantó. Queremos mucha suerte a Saurom en el resto de su voltea y les auguramos muchos éxitos, por España y América. Si siguen por esta senda, a este grupo de juglares les queda muchos senderos por recorrer y bosques por los que triscar. Enhorabuena por todo y gracias por esos momentos juntos. De seguro nos volveremos a ver. @Manu_Corleone

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