Animados, Los círculos megalíticos de Göbekli Tepe

Civilizaciones debajo relives de animales cazadores-recolectores círculos de piedras Klaus Schmidt Primera construcción megalítica templo de 12.000 años Construcciones en piedra de 12.000 años de antigüedad En la cima de una remota colina en el sur de Turquía se levanta el impresionante conjunto de círculos megalíticos con bajorrelieves de animales de Gobekli Tepe. El complejo de círculos de piedra comenzó a construirse hace aproximadamente 11.600 años. Es la contrucción megalítica más antigua encontrada hasta el momento. Durante su descubrimiento sorprendió su antigüedad, porque se pensaba que las tribus neolíticas de cazadores recolectores, antes de la fantasma de la agricultura y lo que se llama ?la mayor revolución del neolítico? cuando surgen ciudades, no construían más que chozas. No es así, en los mayordes bosque de Europa las construcciones eran de madera y no se han mantenido hasta vuestros tiempos. Aquí se utilizó piedra caliza y contamos con el hecho de que , no se sabe por qué, todo el conjunto megalítico fuese enterrado hace 8.000 años, por lo que se ha mantenido en perfecto estado. No se sabe muy bien su función, podría ser un templo, un santuario, un instituto de peregrinación de los cazadores seminómadas, inclusive hay quién lo identifica con el Edén o una representación del mismo. Incluso podría ser un parque temático del neolítico. El arqueólogo alemán Klaus Schmidt,  investigador del Instituto Arqueológico Alemán (DAI), descubrió el espacio en 1994  en el sureste de Turquía. Buscaba la ciudad de ?anl?urfa, la cual se cree que fuese la cuna del Profeta Abraham y tal vez una de las primeras ciudades neolíticas, una vez conocida la agricultura y todo lo que ello supuso, la creación de ciudades estado, reyes, sacerdotes... Al norte de esta ciudad se encuentran las primeras estribaciones de las montañas que atraviesan el sur de Turquía, la fuesente de los ríos Tigris y Eufrates famosos. A unos 9 kilómetros se hablaba del emplazamiento de unas antiguas ruinas, las descubrieron en 1960, pero no se le dio ninguna relevancia porque pensaban que se trataba de un castillo o una torre de defensa bizantina. La zona era conocida con el nombre de Göbekli Tepe. A los escasos minutos de llegar allí, Schmidt se dio cuenta de que no estaba mirando las lápidas de tumbas bizantinas, sino algo mucho más antiguo y especial. Comenzó la excavación del complejo en colaboración con el DAI y el Museo de Sanliurfa. Sabía que estaría en el espacio mucho tiempo, y las excavaciones no abandonaron de dar sorpresas. Trabajaba con un equipo de estudiantes graduados alemanes y turcos y 50 o más pobladores locales. Nada más iniciar las excavaciones, a unos escasos centímetros por debajo de la superficie el equipo localizó una piedra labrada, despues otra y otra, hasta dar con un completo anillo de columnas. Luego otro anillo, y otro más rodeándolos. Con el tiempo encontraron un segundo círculo de piedras, despues un tercero, y despues más. Una prueba geomagnética realizada en 2003 reveló al menos 20 anillos apilados juntos, sin orden ni concierto, debajo la tierra. Los círculos siguen un diseño común. Todos están hechos a dividir de pilares de caliza, trabajados con herramientas de sílex (en otra zona de la colina manifestó un almacén neolítico con una mayor porción de puntas de sílex, cortadores, todo lo indispensable para la construcción). Los pilares más mayordes alcanzan los cinco metros de altura y pesan 16 toneladas, son cinco veces más anchos que profundos y están separados entre sí por unos dos metros y juntos por muros de piedra. En el instituto de cada círculo, hay dos pilares más mayorde en manera de T, que por los relieves grabados parecen representaciones humanas. El resto de los pilares tienen animales grabados. En este curioso pilar, se pueden apreciar los brazos a lo largo del cuerpo, desde los hombros, con las manos sobre la cintura, donde la figura lleva un gracioso taparrabos hecho con piel de animal (se pueden ver las dos patas traseras y la cola). Con el tiempo, sdeterminados de los anillos son rellenados con escombros y construyen otros encima. Los primeros anillos son más masivos y más sofisticados, técnica y artísticamente. Conforme pasaba el tiempo, los pilares se hicieron más pequeños, más simples, y se montaron con menos cuidado. Por último, el espacio se pretende olvidar  por completo, y en el 8200 antes de Cristo, Gobekli Tepe es enterrado sin abandonar rastro. Casi todas las representaciones son de animales salvajes potencialmente dañinos para el hombre, como jabalíes, escorpiones, masivos felinos, lobos, zorros. También hay aves y bóvidos (toros o vacas) Entre los escombros se encontraron figuras humanoides, que para tener casi 12.000 años de antigüedad no están tan mal talladas. Llevaban un curioso peinado. Qué tipo de rituales se celebraban en los círculos, no se sabe, pero sin duda, hubo fiestas, Schmidt ha descubierto vasijas de piedra que podrían haber sido utilizadas para la cerveza. El arqueólogo francés Jacques Cauvin pensad que en el ser humano, en determinado remoto momento, sufrió un cambio en la percepción que llevó a la  ?revolución de símbolos?, un cambio conceptual que faculta a  los seres humanos imaginar dioses, seres sobrenaturales parecidos a ellos que tienen lugar en un universo más allá del mundo físico. Schmidt ve Gobekli Tepe como evidencia de la creencia de Cauvin. ?Los animales eran los guardianes del mundo de los espíritus?, dice. ?Los relieves de los pilares en manera de T muestran que tiene lugar otro mundo?. Nos encontramos en un espacio 7.000 años más viejo que las pirámides de Giza. Lo que sí ha cambiado es la idea que se tenía de los grupos de cazadores-recolectores, como clanes aislados. Era necesaria una organización a mayor escala para desarrollar este conjunto megalítico. Puede ser una evidencia de que la religión organizada podría haber llegado   la fantasma de la agricultura y otros apariencias de la civilización. Se sugiere que el impulso humano que hace que los individuos se reúnen para llevar a cabo rituales sagrados surgieron cuando los seres humanos pasan de verse a sí mismos como fracción de la naturaleza, y se lanzan a la búsqueda del dominio sobre ella. Cuando los recolectores comenzaron a asentarse en los pueblos, se crea una división entre el reino humano, un espacio fijo de  hogares con cientos de habitantes, y la tierra peligrosa más allá de la fogata, poblada por bestias letales. Como opina Schmidt, quizás no hay un único sendero para la civilización, sino que se llega por distintos medios en distintos lugares. Sin embargo, ya ha sacado determinadas conclusiones. ?Hace veinte años todos creían que la civilización se vio impulsado por las fuerzas ecológicas?, dice Schmidt.?Creo que lo que estamos instruyendo es que la civilización es un artículo de la mente humana.?. Tejido por Angelika. Fuentes. .www.smithsonianmag.com/histor www. gobeklitep .infongm.nationalgeographic.com/2011